Algunos consejos para ayudar a los pequeños/as a estrenar la edad escolar de la mejor manera posible:
· Los padres han de manifestar una actitud segura y tranquila, pero también cercana y comprensiva. Deben hablar muy bien al niño/a del lugar a donde va a ir, explicarle lo que va a hacer, repetirle continuamente que se lo va a pasar muy bien, que hay muchos niños/as y muchos juegos, y que luego irán a recogerle.
· El llanto es normal los primeros días. Los niños/as necesitan contacto afectivo. Además, el llanto es contagioso, de manera que el mejor consejo es que los padres se despidan sonrientes y de la manera más rápida posible.Nunca hay que olvidar despedirse del pequeño/a. Es una tentación marcharse “a hurtadillas” cuando está distraído/a, pero el niño/a podría vivirlo como un abandono.Hay que otorgar cierta relevancia a la despedida, convirtiendo este momento en una especie de ritual fundamental en la adaptación del niño/a al colegio.
· Si a edades tempranas la frase “no quiero ir al cole o me duele la tripita” se repite con insistencia en casa, es preferible cambiar de conversación con humor antes que intentar mentalizar al chiquillo/a de la obligatoriedad de acudir a clase.
· Es aconsejable interesarse por lo que ha hecho el pequeño/a en el colegio, hablar con él/ella, escucharle, alabar su “trabajo” y hacerle preguntas.
· Para que el ritmo biológico no se rompa tan bruscamente, la semana anterior al comienzo de las clases hay que procurar levantar al niño/a de la cama a la misma hora a la que se levantará durante el curso y darle la comida a una hora lo más próxima posible a la del horario escolar.
· Es buena idea preparar juntos la mochila, el babi y todo lo necesario para acudir a clase.
· En el colegio el niño/a aprenderá a valerse por sí mismo/a, por ello, si los padres desde casa ya fomentan la autonomía del pequeño/a será para él/ella mucho más sencillo. Es positivo enseñarle a vestirse y desvestirse y allanarle el camino con prendas y calzado cómodos y fáciles de quitar y poner, todo marcado con su nombre para que la maestra podamos identificarlas.
· El control de esfínteres diurno culmina entre los 20 y los 30 meses. Cuanto más tiempo haya tenido el bebé para madurar su aprendizaje antes de entrar en el colegio, mejor. Si se produce un retroceso en este sentido hay que tomárselo con calma y paciencia, siempre con la seguridad de que el pequeño/a va a conseguir superarlo. Nunca debe “hacerse un mundo” del problema ni cometer el error de volver al pañal.
· De todas formas y sobre todo durante los primeros días es muy importante la puntualidad a la hora de ir a buscar al pequeño/a, para evitar que la sensación de abandono sea más intensa.
En poco tiempo veremos lo bien que se adapta. Notaremos que está adaptado/a cuando se sienta lo bastante seguro/a como para mostrar su mundo emocional, para dar y aceptar afecto y para intercambiar experiencias. Algunos presentaran problemas asociados a esta etapa como alteración del sueño o falta de apetito. Suele ser algo pasajero y se soluciona con cariño y comprensión.
Y sobre todo, no dudéis en solicitar una entrevista para comentar cualquier preocupación relacionada con la adaptación de vuestro/a hijo/a. Si familia y colegio trabajamos unidos, todo será más fácil para nuestros pequeños/as :)
Somos los papás de Marco, Esperamos aportar algo al blog.Saludos
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