Familias, continuamos desenmarañando al Monstruo de los colores, ya hemos afianzado la emoción de la Alegría y vamos a dar un pasito más, para descubrir al Monstruo de la Tristeza.
Los sentimientos son grandes maestros de nosotros mismos porque nos enseña cómo estamos, qué queremos realmente y que necesitamos para sentirnos mejor en caso de que estemos mal o tristes. La tristeza es un sentimiento muy fuerte que nos indica que algo no va bien en nuestro interior y que debemos buscar la manera de estar mejor.
Los niños a menudo tienen dificultades no sólo para comprender los sentimientos propios, sino también para comprender los sentimientos de otras personas (es muy difícil comprender a los demás si primero no se comprende a uno mismo). Estas habilidades son muy importantes para el bienestar físico y emocional, pero también para la construcción de relaciones personales para poder crear vínculos afectivos. Todos tenemos derecho a sentirnos tristes de vez en cuando, la tristeza es un sentimiento que no debe reprimirse, en caso de que se reprima, tendría consecuencias negativas, como por ejemplo: mal comportamiento, mala asertividad, mala comprensión de los sentimientos, baja tolerancia a la frustración...
¿Qué le enseña a los niños el sentimiento de tristeza?:
- si existe la tristeza también existe la felicidad
- la decepción y el sufrimiento son temporales y pueden ayudarnos a aprender y a crecer
- aprenderán a comprender las sensaciones de uno mismo y de los demás
- aprenderán a tolerar la desilusión, la frustración, el fracaso o la injusticia
- a veces se pierde y a veces se gana
- los demás también se ponen tristes
- la tristeza nos ayuda a buscar soluciones que nos ayuden a estar mejor
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