Familias, continuamos con las emociones, esta semana La Calma.
Bienestar, seguridad, despreocupación y tranquilidad son algunas situaciones que pueden definir muy bien la felicidad. Conseguir que los niñ@s sean felices es una de nuestras principales metas, tanto en padres como en educadores, aunque no siempre es fácil conseguirlo. Tener a un niñ@ feliz debe ser el propósito de los padres, así como de los profesores y toda la sociedad.
Para la psicóloga Silvia Álava, el 50% de la felicidad se debe a factores genéticos, un 10% a situaciones vividas y un 40% a la actividad emocional que podemos aprender a controlar para ser más felices, es decir, que la felicidad, la tranquilidad, también se aprenden.
Claves para la felicidad y tranquilidad infantil:
- Ser amables. Los niñ@s amables experimentan más satisfacción y energía, son más cariñosos y agradables y gozan de aceptación social.
- Dar las gracias. La gratitud favorece la estabilidad mental y enriquece el crecimiento de los niñ@s, los niñ@s valoran más lo que tienen y a su entorno.
- Ser positivo. Un entorno positivo favorece la seguridad y el creer en sí mismos.
- No etiquetar. Etiquetar al niñ@ por un mal comportamiento les predispone a moldear su actitud para encajar en el perfil de la etiqueta dada.
- No dramatizar. Dar a las cosas y situaciones su justo valor.
- Logro personal. Los niñ@s son más felices si consiguen objetivos por sus propios méritos. Debemos animarles a ello.
- Autonomía. Estimular la independencia de los niñ@s, potenciará su autoestima, su seguridad y la confianza en sí mism@s.
- Inteligencia emocional. Los niñ@s deben aprender a controlar y regular sus emociones para resolver los problemas de manera pacífica. Eso genera tranquilidad y armonía en su carácter.